Poesías de la Tierra del Pan


ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA


En una carpintería
Se produjo una asamblea,
De componentes que había,
Con el nombre de herramientas.
Y tomó la presidencia
Don Martillo con su mole
Dirimiendo diferencias.
La asamblea dijo nones
Por muchos ruidos y golpes.
Don Martillo allí accedió.
Mas pidió que se dijera,
Que el Tornillo igual saliera
Porque muchas vueltas daba
No sirviendo para nada.
Don Tornillo igual acepta,
Mas pide que Doña Lija
Por sus roces con la hacienda
Al punto también dimita.
Doña Lija dijo: acepto,
Pero que se marche el Metro,
Pues en su ambición avara
Siempre mide con su vara
Como el sastre más perfecto.
En esto vino de fuera
El carpintero Don Tal
Poniéndose el delantal
Para iniciar la tarea.
Toma el Martillo, pam, pam;
Toma la Lija y la frota;
Toma el metro, ve la cota
Y trabaja hasta el final.
De aquella tosca madera,
Mira por donde, ve Usted,
Lindas piezas de ajedrez
Que para mi yo quisiera.
Tan pronto Don Tal va afuera
Se reanuda la asamblea,
Toma su voz el serrucho:
Somos en defectos duchos,
Y tenemos cosas buenas.
Más valdría en aportar,
Cada cual de su pecunio,
En donar cosas al mundo
En lugar de recular.
Pero, ¡Atención! No olvidar
Que carotas vagabundos
Se hacen pasar por igual,
Cual si fuese un animal,
Cuatripatero asnal
O avechucho de este mundo.
Pensad en aquel Iriarte
Que de alados y patudos
Nunca dijo, son igual
Quienes trabajan formal
Que avechuchos ratonudos.
Es importante el estar
Cada cual en su estamento
Y todos colaborar
En haber Común sustento.


Estulano, 1944, Muelas del Pan (España)