Poesías de la Tierra del Pan


DISTANCIA


Añoro que me envuelvas con el abrigo de tus brazos
porque me haces sentir pequeña, desvalida
y al tiempo segura en tu filial cobijo.
Tus recias manos grandes acarician mi espalda
abrumada por el peso de las sombras,
y las frenan apartándolas de un revés certero.
Me miro en tus ojos color avellana
porque están limpios, son puros,
y transmiten el amor más dulce
y la pasión por la vida que derrochas a manos llenas.
Añoro polemizar contigo
perdiéndonos por derroteros filosóficos
muy alejados de la fácil aquiescencia,
y verbalizar sentimientos y llorar a dúo
de gozo o de tristeza, que es irrelevante.
Hago eternas las horas del encuentro
presintiendo la distancia que nos une,
atrapo el tiempo, pacto con el diablo
para estirar los días de estar juntos
porque al fin te irás y quedaré sola
evocando tu mirada, las manos, tu presencia
infinita en el aroma que dejas tras tus pasos,
consciente de que el sol será el mismo,
y las estrellas o el cielo aun separados
han de ser testigo de dos vidas
que se unen en la distancia por un cosmos
único que siempre vuelve a abrazarnos.


Mª Soledad Martín Turiño