ERMITA Y SANTUARIO RUPESTRE DE SAN PELAYO

Sobre un promontorio, en uno de los parajes más bellos de la comarca, se encuentra la derruida ermita de San Pelayo. El templo, que databa del siglo XV se encuentra hoy en ruinas y a su alrededor el santuario rupestre de San Pelayo: un conjunto de pilas, cenotes y otras marcas sobre la peña que atestiguan la antiguedad de este lugar en el que ha sido denomindo por los estudiosos del lugar como uno de los santuarios rupestres más importantes del noroeste peninsular.

Destanca del lugar también la arquitectura popular con gran cantidad de corrales para la ganadería y chozas de pastores a parte de unos grandes
bancales construidos sobre una ladera para el aprovechamiento del terreno. El lugar sin duda destaca por sus impresionantes vistas al Duero, ya que además se trata del inicio natural de Los Arribes del Duero. Justo en frente del promontorio se encuentra el famoso salto zamorano de El Porvenir.


Nacho